sábado, 10 de octubre de 2009

Un día, a la noche

No sé como relatar, como hablar de estos hermanos. el más grande no pasaba de los 13 años, se notaba en sus manos aniñadas y regordetas, en sus rulos revueltos, en su cara de cansancio. El menor tenía seguro diez: lo delataba su peinadito bien clásico y su cara de inocencia. Iban los dos sentados, lado a lado en el colectivo, enfrentándome a mí y a una señora- también un poco particular. Con toda mi imaginación decido llamarlos Pedro y Facundo respectivamente aunque luego descubro que el pequeño es en realidad, Nicolás.
Iban cargados con una bolsa cada uno. Porque iban solos, no lo sé. Porque a esa hora, tan tarde y solos, no lo sé. Tampoco me acuerdo bien donde bajaron. Lo que si recuerdo, son sus caras y expresiones; ese pequeño juego fraternal que tan bien conozco, comentarios desafiantes por lo bajo y actitudes casi insolente ante una autoridad impuesta quizás, tan solo por la edad.
Con unos pocos minutos, donde nuestras vidas trivialmente se cruzan, me hacen pensar en mi
propia hermana y lo mucho que se parecen a nosotras a esa edad. Estos recuerdos son tan particulares y propios como generales y compartidos, con otros que a su vez tengan hermanos: momentos que en la niñez pasan sin ser registrados pero luego, el mismísimo tiempo se encarga de glorificar.
No pretendo hacer este relato mío, esto se trata de dos hermanos, que una noche volviendo a casa en colectivo, llamaron mi atención. Dos hermanos que por unos minutos hicieron mi viaje más corto, mi infancia más cercana y mi curiosidad más grande. La vida sigue, pero a veces con tan solo otra mirada las cosas mas insignificantes y comunes de la vida, se vuelven simplemente fuera de lo común.

Un nuevo cuento


Pausa! Un beso. Una sonrisa. Play, otra vez.
como una linea irregular de pintura sobre
el andén de un tren.

lunes, 20 de abril de 2009

Mi percepción

Los miro ahora y los veo diferente; con otros ojos. Aunque ellos no cambiaron, sí lo hizo mi percepción.
Los miro y me detengo en sus detalles: la jerarquía tan marcada entre los dos, bien ubicados en sus roles de padre e hijo; la apariencia del joven tan descuidada de un tiempo a ahora; las ropas sin lavar. La postura, alguna vez tan bonita, ahora perdida por completo; el cabello largo tendido sobre la cara, las manos ásperas de trabajar; todas marcas que el pasado dejó como regalo.
Su padre a su izquierda, mira compenetrado el cielo, deseando volar quizás. Hace meses que tan solo contempla el sol. Pareciera que sus ojos se estuvieran desvaneciendo de tanto observarlo. Solos los dos, piensan y me hacen pensar a mí. Me viene a la mente un momento particular del último invierno. Un feriado patrio, volviendo de las sierras, la ruta y la vida los sorprendieron y sin darles tiempo a reaccionar, acabaron al costado del camino.
Esa vuelta a casa les robó su tesoro más preciado, su secreto mejor guardado; les robó una madre y una esposa, les robó un amor. Pero así como les quitó, les dejó como recuerdo gestos y cicatrices imborrables.
Ahora bajo el sol primaveral, recuerdan ese viaje y se centran es su dolor. Herméticos en su soledad, no conocen mejor reconforte que imaginar que tienen alas y alcanzan la felicidad perdida. Se sientan lado a lado todos los días, viéndose tan lejano del otro, pensándose tan incomprendidos. Yo los miro y pienso en la ironía de que el día de festejar su nación independiente, se convirtieron en presos de su sufrimiento.
Algo en mi cabeza me dice que no son tan solo dos compañeros de vida llorando la muerte de una mujer, sino que son un padre y un hijo que realmente se entienden y conocen más de lo que ellos mismos saben. Desde la ventana de mi casa, donde los observo espero que algún día puedan darse cuenta que eso mismo que sienten que los aleja es, en realidad, lo que los mantiene cerca.


lunes, 13 de abril de 2009

Palabras de vapor


Esa noche unas palabras nacieron en tu boca. Salieron, volaron y quedaron suspendidas en un aire denso de húmedo otoño. Las miré flotando tan sólidas y estables como esperando un movimiento mío, una aceptación. Las observé, me detuve en sus sílabas, letras y puntos. Una luz sobre mi cabeza me dejó ver todos sus costados.
El tono de tu voz entró directo a mis oídos. Retumbó con dulzura, originando un eco, que para mi deleite me dejó escuchar el susurro una vez más.
Acariciar el momento en que tus labios se movieron; ver tu aliento hecho vapor; sentir el frío en mi frente y en mi alma, tu amor.
En esta tarde de calor, tu cariño me adormece, me deja levitar y suavemente me entrega a Morfeo. Tu beso en mi nariz, mi labio en tu boca. Alejo mi memoria... hoy ya no me sirve recordar. Trato de no pensar, porque hoy tampoco me sirve llorar.
Esta noche respiraré ligero. Tu mano en la mía, tu risa en mi vida; es lo único que quiero soñar.

Como Vos




Una guitarra y una plaza.

Tu mirada y una canción,

la mía en el cielo.

Una luna y el nuevo frío.

Un charco sobre el piso;

uno por aquí, otro por allá.

El rocío humedeciendo los pies.

Vos no lo sabes, pero hoy pense dos más que ayer.

Prometo

Un fénix contra la pared.
Un triskel y una tortuga en tu techo.
Acá en mis pies, allá en tu cabeza.
Una almohada de plumas.

domingo, 5 de abril de 2009

Olvidado

Llegó al fin esa lluvia tan anunciada por todos.
Recorrió el tronco del almendro para luego alojarse en el mar.
Esa lluvia que cae, sin que las nubes puedan atinar algún movimiento.
¿Qué será lo que viaja en ese vapor?
En el repiquetear de las gotas contra el pavimento está la respuesta. O quizás el dueño del bosque lo anunciará.
Si esa hormiga continuara este relato seguro describiría otra época del año.

sábado, 28 de marzo de 2009

Fragmento 3°





Sentado en la camioneta, pensaba a donde ir: a la playa, al campo, la montaña, la selva, el sur, el norte. ¿Ese pueblito alejado que nadie conoce o a esa isla tan hermosa? Prefirió ver las estrellas primero y por eso supo hacia donde manejar.

Alguien le había dicho que existe un lugar donde la tierra solo se encuentra con el cielo; que de día los girasoles veneran al sol y que por las noches solo los grillos cantan a la luna. Ahí iba él, a conocer esos girasoles, y a componer melodías nocturnas.

Manejaba y descansaba a su antojo. Pasó frío, hambre, calor y agotamiento. Tampoco estaba muy seguro donde era que tenía que parar. Pero no necesitó ningún tipo de mapa o señal concreta. Fue muy fácil darse cuenta cuando había llegado. Fue como traspasar una barrera invisible, donde los aromas del pasto húmedo y del camino se hacían más notables; la luna, más brillante; los sonidos, más claros. Lo único que tuvo que hacer fue abrir la puerta, poner los pies en el suelo y ahí estaban. Era todo verdad. Todo lo que había escuchado era cierto. Nunca las sintió tan compañeras como esa noche. Pasó dos oscuridades más escuchando melodías hasta que el miedo y las ganas de moverse volvieron a su cuerpo y lo obligaron a decidir su próximo destino.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Hablando de empezar

Este miedo que tengo y se me divide en dos. Hace bastante tiempo que quiero escribir algo de él.
Tiene, al igual que un árbol, una sola raíz, un solo tronco, pero obvio muchas ramas.
Me nace de la experiencia, me sale de la vida que va a empezar, me crece en la cabeza y no me quiere dejar. Es uno solo, y el mismo siempre, pero se me personifica en varios corazones. Por un lado lo veo bien; algo tiene que significar su presencia. Existe porque no concibo la ausencia de aquellas personas como algo posible. La parte de extrañarlos, quizás a veces por adelantado, me recuerda constante e innecesariamente que lo preciso cerca. Por lo menos se que no soy la única en esto.
Por otro lado me molesta la espera. Llegado el momento voy a hacer todo para que este amiguito no tenga más razón de vida. Pero hasta ese día no me queda otra que sentarme con él y charlar. Me guardo para mi el privilegio de estirar los minutos, de subir la intensidad y de santificar lugares, tiempos y oportunidades.
No quiero exagerar y decir que me veo un futuro gris. Yo se que puedo. Tampoco voy a molestar con mi llanto, pero es que ay! este hombre ya es demasiado... Al final todo lleva a esas mismas palabras, "el tiempo dirá". Y es así y no queda otra que sentarse y charlar hasta que él nos diga que hacer.
La verdad es que siempre me dio miedo la distancia.

domingo, 22 de marzo de 2009

Fragmento 2°

La conoció en la plaza del centro; esa donde tantas veces había paseado a Olmos, tantas otras había ido a leer y donde algunas otras veces la lluvia o la noche lo sorprendieron durmiendo.
La había visto varias tardes, con su trajecito peculiar, haciendo gracias y volteretas para diversión de la gente. Aunque su cara se la sabía de memoria, su nombre era un misterio.
Ese martes que por fin se hablaron no supo entender donde había escondido su timidez para acercarse y decirle:
-Un mate a cambio de tu nombre.
-Malena-le respondió para luego redoblar la apuesta: "Mi banquito a cambio del tuyo."
-Soy Ramiro pero por mi nombre solo quiero una sonrisa, Malena.
Automáticamente, y sin poder evitarlo, ambos mostraron sus dentaduras. Mantuvieron un silencio casi incómodo hasta que las palabras empezaron solas a fluir. Música, cine, árboles, historia; tuvieron todo tipo de charla trivial, sin que por ello dejara de ser entretenida. Las 7 de la tarde los encontró caminando esas dos cuadras que tenían en común antes de separarse y seguir camino hacia sus casas. No arreglaron volver a verse; algo implícito quedó pactado entre los dos. Ellos sabían que se iban a volver a encontrar.

viernes, 20 de marzo de 2009

Tus ojos, tu pelo y tu amor


Tus ojos son como zafiros
muy brillantes
más brillantes
que una estrella.

Tu pelo lacio y
morocho. El morocho
más lindo que vi
está en frente mio.

Tu amor es más grande
que un sol,
una luna gigante
o una estrella fugas.

11/06/99

La Felicidad

Todos cantemos con felicidad, iremos con mami con felicidad. Iremos con papi con felicidad. La armonía es prima de la felicidad. Fin.
10/01/99

sábado, 14 de marzo de 2009

Nazca y Juan B. Justo


Yo lloré en tu esquina,
lloré y desesperé.
Tenías miedo, quería acompañarte
tenía miedo, yo también.


El temor pasó, el tiempo hizo igual
vino el sol, vino el mar
nuestro amor caducó
ya no quizo nada más.


Una vuelta de tierra después
vuelvo a pasar por esa esquina;
recuerdo y no me arrepiento
de ese llanto que desesperó y desapareció.


Una vuelta de tierra después
vuelvo a pasar por esa esquina
pero solo que esta vez
voy con mi esperanza y mi sonrisa.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Vida

Que le vaya bien. Ver a mis amigos más seguido. Que el pan no me caiga del lado de la mermelada. Que mi vieja repunte vuelo. Que el pasto siempre me huela fresco. Peace and love. Que el viaje al laburo se me haga corto. Que los leones sigan cantando. Que la música me siga llenando. Que sea feliz. Tener mi cobayo. Que este invierno no sea tan frío. Que ella encuentre eso que necesita. Noches de perlas que nunca acaben. Que hoy no me agarre la lluvia. Ser siempre su pequeña cerdita. Que moverme siga siendo mi rescate. Que España sea un barrio. Salir los sábados a la noche. Verlo todas mis mañanas. Que me llame ahora! Ver a mis amigos más seguido.



¿Es mucho pedir?



sábado, 7 de marzo de 2009

Plums

Comprame perlas y allí te voy a amar,
no me compres nada,
y te amaré aun más.

Quiero nadar entre mares de azul algodón

y marearme en tus carruseles de cielo,
subir juntos y exhalar nubes.
Recorrer los blancos laberintos
de alguna vieja mansión,
y con mis piernas diminutas
entre las estrellas caminar.

Ver las lluvias y lluvias
que con un poco de pudor
entregan a nosotros sus pompas de jabón.
Yo quiero cada viaje nuestro perpetuar,
así en tu ausencia puedo recorrerte igual.


Solo hay que saber que
no siempre los hielos son fríos,
no siempre Janis está muerta,
pero sí, siempre los besos son de ciruela.

Ahora,
sacame un beso y callame la boca.



viernes, 6 de marzo de 2009

Refugio

Un lápiz entre mis dedos.
Lo hago danzar
trazando y creando.
Escribiendo me hago externa,
me vuelvo íntima y universal,
me lleno y me vuelvo a vacíar.

Escribo y muero, pero revivo.

Pa-la-bras


Una hoja limpia y recta
que se arruga y se deforma
a medida que se mancha con palabras.

Una hoja que puede contar historias,
que puede trazar un mapa,
pintar colores, o mutar en otras formas.

Pero así como puede tener,
puede elegir quedar en blanco
y ser más exigente a la hora de hablar.

Una hoja limpia y recta
que me espera porque quiere ser;
o que me escapa porque sabe,
que hoy no tengo nada para decir.

Una hoja que a mi antojo
puede mostrar mi vida, mi amor o mi mente;
pero quizás ella hoy decida, y no yo
lo que voy a escribir,
y con un pacto secreto
engañe a mi imaginación.


Tal como pactó hoy.

Indecisión nocturna

Podría leer, aunque también quiero escribir, o podría dormir y abrazar una ilusión.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Fragmento menor


Verde pasto, rojo mejilla
colores para pintar mi casa;
esa casa que alquilé
y te regalé.

Fragmento

Agarrar su chata y salir a donde sea. Eso era lo único en que pensaba. Conocer. Sorprenderse. No veía finales felices por ningún lado, o por lo menos a él se le escapaban como agua de las manos. Regó su planta, y se echó en la alfombra a dormir. Soñó con elefantes y bicicletas, hasta que la sirena de una ambulancia que pasaba lo despertó. Ya era casi hora de cenar, pero como siempre la heladera estaba vacía. Preparó el último paquete de fideos y los cenó mirando tele en la cama. Se despertó con el perro lamiéndole la cara y la gata terminando el plato de la noche anterior. Decidió, ni bien abrió la persiana, que no esperaría un día más para escaparse. Agarró un bolso y se puso a pensar:
-Hay nafta para varios kilómetros; esta remera, este pantalón, listo; Olmos puede venir pero Sopa se tiene que quedar con alguien; llevo esta campera, ¿donde dejé la carpa?; le voy a decir a Carla si puede cuidar a Sopa; ¿la bolsa de dormir?, abajo de la cama; ¿el grabador?, en la cocina; plata tengo, documentos también, bolso listo, Olmos listo, ahora llamo por la gata... Siento que me olvido de algo... Terra! mi pobre tortuga! que se quede con Carla y listo.
Llamó a su hermana, le pidió el favor y cuando aseguró las condiciones, se sintió preparado. Agarró las llaves, el bolso, el perro, la ilusión y se fue.
Afuera el día lo esperaba brillante y prometedor. Cuando ya estaba arrancando se acordó que se olvidaba de algo fundamental. Subió, abrió nuevamente la puerta y ahí estaba su planta, en el mismo lugar donde la había regado.
El tenía una manera muy particular de ver la vida, los viajes y las plantas. Según su visión los tres se relacionaban en perfecta armonía. La planta al igual que él nacía, crecía y moría, así como también un proyecto. Por eso mismo él no podía concebir un viaje sin esa plata ideal que creciera con los kilómetros recorridos, e inevitablemente junto a él.
Ahora si estaba todo, y así como la mariposa vuela y se pierde de vista, así se perdió Ramiro en el horizonte de cemento con su camioneta, su perro y su planta.
Así tal cual quería él.


viernes, 20 de febrero de 2009

Mi compañero

Yo tengo un ave viviendo en mi habitación. Vuela de un lado a otro, llamando mi atención. Cada día crece un poco más, vuela mejor y exhibe hermosos plumajes con tonos de atardecer. Esta ave me canta todos los días, sin que eso signifique tener que repetir su canción. A mi me gusta tenerlo conmigo y ver como aprende a vivir. No le quise poner nombre para mantener intacta su libertad.
Esta no es la primer ave que tengo. Hace ya, muchas vidas otro me perteneció. Esta era negra con el torso azul. También cantaba y volaba, ganándose mi admiración. Pero con el tiempo a mi ave se le oscureció el pecho y se le ahuecó la voz. Parecía que de repente se le había vaciado el alma. Sus melodías poco a poco se fueron convirtiendo en caprichosos chillidos, y su corazón en puro odio. Decidí que, a pesar de mi dolor, su lugar ya no era conmigo.
Por un tiempo no quise buscar más aves, temiendo volver a encontrarme con ese pájaro. Cerré mis ventanas, y me dediqué a reencontrar mis propias alas.
Una vez volando un poco lejos de mi hogar descubrí a este, mi nuevo compañero, cuando tan solo era un pichón. Llegó a mí como si fuera Navidad. Yo lo acogí, aunque con miedo a que se repita mi antigua experiencia. Por temor lo coloqué en una jaula, y allí lo observé. Días pasaron hasta poder decidirme a abrirle la puerta del encierro. El animal se mostró impaciente por darse a conocer. De a poco, la puerta fue quedando abierta por más tiempo, y el ave trinaba de felicidad.
Ahora yo lo veo viajar lejos y volver hacia mí, descansar a mi lado y jugar a enredarse en mi pelo.
Yo ahora disfruto de él. Yo ahora se que es mío. Yo solo quiero verlo crecer y convertirse en todo lo que yo sé que puede ser.
Ahora mi único miedo es que se vaya, y como el viento no vuelva más. Mi único miedo ahora, es quedarme sin su cantar.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Para este viaje:


Algo azul, algo prestado, algo viejo y algo nuevo.

Lo azul, la remera y el pañuelo que me quedan de recuerdo. Azules los cielos, de día y de noche, llenos de nubes y estrellas. Azul la tinta con que escribo y azules algunas penas.

Lo prestado un pantalón, con bolsillos llenos de sorpresas, miedo, ganas y posibilidades. Prestado es también mi gorro que entregué y quiero volver a ver, aunque regrese en las manos de su portador más que cumpliendo su función. Plata prestada, ropa, prestada; cosas que van y vienen.

Lo viejo son algunas relaciones que terminan y otras que se renuevan. Vieja también es la ropa que uso; viejos los caminos que recorro, los lugares que visito, las amistades que disfruto; viejos el sol y la luna.

Nuevas son las cosas que pruebo, la gente que conozco, los sentimientos que tengo. Nuevas tambíen las chances de felicidad, de cariño y de verdad. Nuevas y renovadas mis esperanzas.
Nuevas mis percepciones de lo demás. Nuevos mis recuerdos que se generan a la par de sonrisas que nacen.


Nuevos días por amanecer.
Nuevas situaciones por vivir.
Nuevas nches por soñar.




Uyuni 5/01/09

lunes, 9 de febrero de 2009

Bailando Sonrisas



Te regalo mi pestaña
y hace con ella lo que quieras;
tirala, perdela o pedí tu deseo.


Reite si tenés ganas,
reite bien fuerte y a carcajadas;
o tan solo mirame y sonreíme el alma.


Alcanzame para que no me vaya,
reteneme más tiempo,
quedémonos así un poco más.


No importan las hormigas
ni el pasto, ni mi pelo.
Ni siquiera me interesan sus malabares,
quedémonos así un rato más.

sábado, 7 de febrero de 2009

Pcs

Cantame leones al oido.
y después,
Matame a palabrazos.
...Cucharada por cucharada.

jueves, 5 de febrero de 2009

Amigo Papel

Vos no le digas
que te lo conte...
que estos sea un secreto nuestro
que él no se entere..
yo te lo digo
pero vos shhh

Mensaje 3

Les traigo paz! Grande Paolo el rokero! y recuerda niña Micaela: los caballeros no tienen memoria..y las damas tampoco" ese es un sabio consejo que escuché por ahi. Te quiero.

Mensaje 2

Tengo ganas de regalar helado pero no se a quien. Ay ay lindo día para tomar helado no?

Mensaje

Espero que estes pensando en la revolución y en la lucha de clases.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Mi Música


Guitarra, bateria y bajo
cuerdas, percusion y voz
letras y melodías
poesias con sonidos

arte, pasión y expresión;
toda musa permitida
voces masificadas, oidos sedientos
cuerpos entregando todavia mas.

primeros acordes de una guitarra
no existe nada más
una garganta hipnotiza,
todo acaba de empezar

mentes que esperan estimulación
almas que necesitan elevación
niños que bailan

sobre vientos de lluvia y canción.

lunes, 2 de febrero de 2009

Ya casi llego

¡Al cielo! ¡llego al cielo!
¡más fuerte que lo alcanzo!
¡más rápido que lo toco!
¡al cielo! ¡ya casi llego al cielo!

Sueño con él, sueño con vos
imagino mi cielo,
como sería estar ahi
solo quiero acariciarlo.

Escucho tu grito eufórico
te siento con mis ojos cerrados.
escucho como lo alcanzás
y me invade tu felicidad.

Solo espero que se cumpla tu deseo,
ojalá llegues en hamaca.
abro mis ojos y te veo la sonrisa
ya podés volver a casa
otro día regresarás a volar mas alto.