sábado, 28 de marzo de 2009

Fragmento 3°





Sentado en la camioneta, pensaba a donde ir: a la playa, al campo, la montaña, la selva, el sur, el norte. ¿Ese pueblito alejado que nadie conoce o a esa isla tan hermosa? Prefirió ver las estrellas primero y por eso supo hacia donde manejar.

Alguien le había dicho que existe un lugar donde la tierra solo se encuentra con el cielo; que de día los girasoles veneran al sol y que por las noches solo los grillos cantan a la luna. Ahí iba él, a conocer esos girasoles, y a componer melodías nocturnas.

Manejaba y descansaba a su antojo. Pasó frío, hambre, calor y agotamiento. Tampoco estaba muy seguro donde era que tenía que parar. Pero no necesitó ningún tipo de mapa o señal concreta. Fue muy fácil darse cuenta cuando había llegado. Fue como traspasar una barrera invisible, donde los aromas del pasto húmedo y del camino se hacían más notables; la luna, más brillante; los sonidos, más claros. Lo único que tuvo que hacer fue abrir la puerta, poner los pies en el suelo y ahí estaban. Era todo verdad. Todo lo que había escuchado era cierto. Nunca las sintió tan compañeras como esa noche. Pasó dos oscuridades más escuchando melodías hasta que el miedo y las ganas de moverse volvieron a su cuerpo y lo obligaron a decidir su próximo destino.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Hablando de empezar

Este miedo que tengo y se me divide en dos. Hace bastante tiempo que quiero escribir algo de él.
Tiene, al igual que un árbol, una sola raíz, un solo tronco, pero obvio muchas ramas.
Me nace de la experiencia, me sale de la vida que va a empezar, me crece en la cabeza y no me quiere dejar. Es uno solo, y el mismo siempre, pero se me personifica en varios corazones. Por un lado lo veo bien; algo tiene que significar su presencia. Existe porque no concibo la ausencia de aquellas personas como algo posible. La parte de extrañarlos, quizás a veces por adelantado, me recuerda constante e innecesariamente que lo preciso cerca. Por lo menos se que no soy la única en esto.
Por otro lado me molesta la espera. Llegado el momento voy a hacer todo para que este amiguito no tenga más razón de vida. Pero hasta ese día no me queda otra que sentarme con él y charlar. Me guardo para mi el privilegio de estirar los minutos, de subir la intensidad y de santificar lugares, tiempos y oportunidades.
No quiero exagerar y decir que me veo un futuro gris. Yo se que puedo. Tampoco voy a molestar con mi llanto, pero es que ay! este hombre ya es demasiado... Al final todo lleva a esas mismas palabras, "el tiempo dirá". Y es así y no queda otra que sentarse y charlar hasta que él nos diga que hacer.
La verdad es que siempre me dio miedo la distancia.

domingo, 22 de marzo de 2009

Fragmento 2°

La conoció en la plaza del centro; esa donde tantas veces había paseado a Olmos, tantas otras había ido a leer y donde algunas otras veces la lluvia o la noche lo sorprendieron durmiendo.
La había visto varias tardes, con su trajecito peculiar, haciendo gracias y volteretas para diversión de la gente. Aunque su cara se la sabía de memoria, su nombre era un misterio.
Ese martes que por fin se hablaron no supo entender donde había escondido su timidez para acercarse y decirle:
-Un mate a cambio de tu nombre.
-Malena-le respondió para luego redoblar la apuesta: "Mi banquito a cambio del tuyo."
-Soy Ramiro pero por mi nombre solo quiero una sonrisa, Malena.
Automáticamente, y sin poder evitarlo, ambos mostraron sus dentaduras. Mantuvieron un silencio casi incómodo hasta que las palabras empezaron solas a fluir. Música, cine, árboles, historia; tuvieron todo tipo de charla trivial, sin que por ello dejara de ser entretenida. Las 7 de la tarde los encontró caminando esas dos cuadras que tenían en común antes de separarse y seguir camino hacia sus casas. No arreglaron volver a verse; algo implícito quedó pactado entre los dos. Ellos sabían que se iban a volver a encontrar.

viernes, 20 de marzo de 2009

Tus ojos, tu pelo y tu amor


Tus ojos son como zafiros
muy brillantes
más brillantes
que una estrella.

Tu pelo lacio y
morocho. El morocho
más lindo que vi
está en frente mio.

Tu amor es más grande
que un sol,
una luna gigante
o una estrella fugas.

11/06/99

La Felicidad

Todos cantemos con felicidad, iremos con mami con felicidad. Iremos con papi con felicidad. La armonía es prima de la felicidad. Fin.
10/01/99

sábado, 14 de marzo de 2009

Nazca y Juan B. Justo


Yo lloré en tu esquina,
lloré y desesperé.
Tenías miedo, quería acompañarte
tenía miedo, yo también.


El temor pasó, el tiempo hizo igual
vino el sol, vino el mar
nuestro amor caducó
ya no quizo nada más.


Una vuelta de tierra después
vuelvo a pasar por esa esquina;
recuerdo y no me arrepiento
de ese llanto que desesperó y desapareció.


Una vuelta de tierra después
vuelvo a pasar por esa esquina
pero solo que esta vez
voy con mi esperanza y mi sonrisa.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Vida

Que le vaya bien. Ver a mis amigos más seguido. Que el pan no me caiga del lado de la mermelada. Que mi vieja repunte vuelo. Que el pasto siempre me huela fresco. Peace and love. Que el viaje al laburo se me haga corto. Que los leones sigan cantando. Que la música me siga llenando. Que sea feliz. Tener mi cobayo. Que este invierno no sea tan frío. Que ella encuentre eso que necesita. Noches de perlas que nunca acaben. Que hoy no me agarre la lluvia. Ser siempre su pequeña cerdita. Que moverme siga siendo mi rescate. Que España sea un barrio. Salir los sábados a la noche. Verlo todas mis mañanas. Que me llame ahora! Ver a mis amigos más seguido.



¿Es mucho pedir?



sábado, 7 de marzo de 2009

Plums

Comprame perlas y allí te voy a amar,
no me compres nada,
y te amaré aun más.

Quiero nadar entre mares de azul algodón

y marearme en tus carruseles de cielo,
subir juntos y exhalar nubes.
Recorrer los blancos laberintos
de alguna vieja mansión,
y con mis piernas diminutas
entre las estrellas caminar.

Ver las lluvias y lluvias
que con un poco de pudor
entregan a nosotros sus pompas de jabón.
Yo quiero cada viaje nuestro perpetuar,
así en tu ausencia puedo recorrerte igual.


Solo hay que saber que
no siempre los hielos son fríos,
no siempre Janis está muerta,
pero sí, siempre los besos son de ciruela.

Ahora,
sacame un beso y callame la boca.



viernes, 6 de marzo de 2009

Refugio

Un lápiz entre mis dedos.
Lo hago danzar
trazando y creando.
Escribiendo me hago externa,
me vuelvo íntima y universal,
me lleno y me vuelvo a vacíar.

Escribo y muero, pero revivo.

Pa-la-bras


Una hoja limpia y recta
que se arruga y se deforma
a medida que se mancha con palabras.

Una hoja que puede contar historias,
que puede trazar un mapa,
pintar colores, o mutar en otras formas.

Pero así como puede tener,
puede elegir quedar en blanco
y ser más exigente a la hora de hablar.

Una hoja limpia y recta
que me espera porque quiere ser;
o que me escapa porque sabe,
que hoy no tengo nada para decir.

Una hoja que a mi antojo
puede mostrar mi vida, mi amor o mi mente;
pero quizás ella hoy decida, y no yo
lo que voy a escribir,
y con un pacto secreto
engañe a mi imaginación.


Tal como pactó hoy.

Indecisión nocturna

Podría leer, aunque también quiero escribir, o podría dormir y abrazar una ilusión.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Fragmento menor


Verde pasto, rojo mejilla
colores para pintar mi casa;
esa casa que alquilé
y te regalé.

Fragmento

Agarrar su chata y salir a donde sea. Eso era lo único en que pensaba. Conocer. Sorprenderse. No veía finales felices por ningún lado, o por lo menos a él se le escapaban como agua de las manos. Regó su planta, y se echó en la alfombra a dormir. Soñó con elefantes y bicicletas, hasta que la sirena de una ambulancia que pasaba lo despertó. Ya era casi hora de cenar, pero como siempre la heladera estaba vacía. Preparó el último paquete de fideos y los cenó mirando tele en la cama. Se despertó con el perro lamiéndole la cara y la gata terminando el plato de la noche anterior. Decidió, ni bien abrió la persiana, que no esperaría un día más para escaparse. Agarró un bolso y se puso a pensar:
-Hay nafta para varios kilómetros; esta remera, este pantalón, listo; Olmos puede venir pero Sopa se tiene que quedar con alguien; llevo esta campera, ¿donde dejé la carpa?; le voy a decir a Carla si puede cuidar a Sopa; ¿la bolsa de dormir?, abajo de la cama; ¿el grabador?, en la cocina; plata tengo, documentos también, bolso listo, Olmos listo, ahora llamo por la gata... Siento que me olvido de algo... Terra! mi pobre tortuga! que se quede con Carla y listo.
Llamó a su hermana, le pidió el favor y cuando aseguró las condiciones, se sintió preparado. Agarró las llaves, el bolso, el perro, la ilusión y se fue.
Afuera el día lo esperaba brillante y prometedor. Cuando ya estaba arrancando se acordó que se olvidaba de algo fundamental. Subió, abrió nuevamente la puerta y ahí estaba su planta, en el mismo lugar donde la había regado.
El tenía una manera muy particular de ver la vida, los viajes y las plantas. Según su visión los tres se relacionaban en perfecta armonía. La planta al igual que él nacía, crecía y moría, así como también un proyecto. Por eso mismo él no podía concebir un viaje sin esa plata ideal que creciera con los kilómetros recorridos, e inevitablemente junto a él.
Ahora si estaba todo, y así como la mariposa vuela y se pierde de vista, así se perdió Ramiro en el horizonte de cemento con su camioneta, su perro y su planta.
Así tal cual quería él.